Potes, la capital de la comarca suroccidental de Liébana, es una de las localidad más bellas de la comunidad autónoma de Cantabria. De hecho, se encuentra rodeada por el macizo de los Picos de Europa y por las sierras de Peña Labra y Peña Sagra, conformando así un paraje natural de ensueño ideal para la práctica de deportes al aire libre y que, sin duda, es digno de una visita exhaustiva.
Un poco de historia sobre Potes
Los orígenes de Potes se remontan a la Edad Media. Durante todos estos siglos, el ajetreo y la relevancia de la localidad ha propiciado que exista un legado civil, religioso y popular de gran interés. De hecho, son muchas las tradiciones del lugar que destacan por su particularidad. Sin duda, la más importante de todas es la del Jubileo del Monasterio de Santo Torivio.
Se estima que el Marqués de Santillana fue la primera persona de relevancia que habitó en este territorio. De hecho, sobre su antigua casa se erige uno de los más emblemáticos monumentos de la localidad. Se trata de la Torre del Infantado, del siglo XV, que se ubica en pleno casco antiguo. Nada más dar un paseo por la villa de Potes salta a la vista que abundan las torres.
El patrimonio arquitectónico de Potes
Pero la riqueza artística y arquitectónica de Potes va mucho más allá. Especial mención merecen las dos iglesias de San Vicente. La más antigua data del siglo XIV y la más reciente del siglo XIX. Las ermitas de la Virgen de Valmayor y de la Virgen del Camino también son dignas de una mención especial.
Lo mismo sucede con las casonas populares y las callejuelas empedradas del barrio de la Solana. Por su parte, los puentes de la Cárcel y de San Cayetano, que sirven para unir las dos partes de la villa divididas por las aguas del río Quiviesa, también son una delicia.
Y, en términos culturales, cómo no hacer mención al mercado semanal que celebran los habitantes de la villa y en los que, más allá de poder comprar productos de la región y de disfrutar de productos gastronómicos típicos de Potes como, por ejemplo, el cocido lebaniego, es posible disfrutar de un ambiente muy animado. Tampoco se debe olvidar saborear las exquisitez que nos propone el orujo de la región y el Té del Puerto.
Todo esto, unido a su proximidad con el Desfiladero de la Hermida, hacen que Potes sea una de las localidades más bellas de toda Cantabria y, en general, de toda la zona de la península. En resumen, un lugar ideal para una escapada en contacto con la tradición y la naturaleza de nuestro país.