Santoña es una villa cántabra conocida por la belleza natural que la rodea, por su riqueza arquitectónica y por sus faros. Sin duda, el Faro del Pescador y el Faro del Caballo son los más conocidos por los turistas. Pero hay otro más que merece la pena visitar. Hablamos, como no, del Faro de Ajo, el cual es famoso por su estética colorida y fácilmente reconocible. Aquí vamos a contarte cómo puedes llegar hasta él y te daremos otros muchos datos valiosos al respecto.
¿Cómo llegar al Faro de Ajo?
El Faro de Ajo se encuentra a solo 18 kilómetros de distancia de la villa de Santoña. De hecho, es posible llegar hasta él en solo 20 minutos si tienes un coche. Este es el itinerario que debes seguir para encontrarlo:
- Sube a bordo de tu coche dentro de la villa de Santoña.
- Toma la salida en dirección a Argoños.
- Toma la primera salida cuando llegues a la rotonda en la que se encuentra el supermercado Lupa.
- Continúa por la carretera CA-141 hasta encontrar las indicaciones que te señalen el desvío hacia el faro.
De todos modos, el Faro de Ajo está perfectamente registrado en Google Maps y en muchos otros navegadores GPS. Así que, si prefieres ir sobre seguro, configura la ruta a través de tu teléfono móvil antes de salir.
Precios y horarios del Faro de Ajo
Lo primero que debes tener en cuenta es que el acceso al interior del Faro de Ajo no está permitido. Es decir, no podrás atravesar sus puertas, subir sus escaleras y llegar a su punto más elevado. Sin embargo, la finca en la que se encuentra sí que tiene habilitado un acceso y se puede explorar con total libertad. No tendrás que pagar nada para acceder a ella.
Eso sí, la finca no siempre está abierta al público. Estos son los horarios en los que se puede visitar:
- Temporada baja. Todo el año, con la excepción de los puentes nacionales y los meses de julio y agosto, tiene esta conservación. Durante esta época, la finca permanece abierta al público los sábados, los domingos y los festivos locales y regionales en horario de 10:00 a 14:00 horas.
- Temporada alta. Hablamos de los meses de julio y agosto y de los festivos a nivel nacional. Durante esos días, es posible visitar el Faro de Ajo de lunes a domingo de 11:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 21:00 horas. El último acceso por la mañana se permite a las 13:30 horas. Por la tarde, a las 20:30 horas.
¿Por qué visitar el Faro de Ajo en Cantabria?
Fundamentalmente, porque se trata del faro más original de España y, probablemente, del mundo. Esto se debe a que, durante el mes de agosto de 2020, fue pintado por el artista local Okuda San Miguel. El objetivo de la obra era mostrar al mundo la diversidad cultural de Cantabria y, por ello, sus paredes han sido decoradas con más de 100 colores diferentes.
Si quieres disfrutar del original diseño del faro, debes darte el prisa. ¿El motivo? Debido a los materiales usados para su elaboración y a las condiciones climatológicas de la zona, tiene una duración máxima de 8 años. En ese lapso de tiempo, las paredes del faro volverán a tornarse blancas por sí solas. Probablemente, esa sea la razón por la que, el primer día de apertura, 1800 personas se acercaron a contemplar la obra. Y eso que nos encontrábamos en una situación sanitaria complicada y con multitud de restricciones.
Un poco de historia acerca del Faro de Ajo
La historia del Faro de Ajo es un poco convulsa. En el año 1907 se aprobó el proyecto de construcción con el propósito de que fuese, junto al faro de Cabo Mayor, el más importante de Cantabria. Sin embargo, debido a la electrificación en 1914 de este último, su edificación fue cancelada. No fue hasta que se sucedieron hasta tres naufragios en la zona cuando las autoridades regionales, ya en 1921, decidieron retomar el proyecto. Sin embargo, no se inauguró hasta 1930.
Permaneció intacto hasta 1962, cuando se electrificó. Ya en la década de 1980, el arquitecto e ingeniero Fernando Rodríguez Pérez volvió a proyectar el faro. El resultado definitivo es el que conocemos hoy en día.
En concreto, el Faro de Ajo se alta 10,73 metros sobre el suelo y se encuentra a, aproximadamente, 71 metros sobre el nivel del mar. El alcance de sus lámparas es de 17 millas y emite grupos de tres ocultaciones cada 16 segundos. Desde su estreno, no ha vuelto a haber naufragios en la zona.
En definitiva, el Faro de Ajo de Cantabria es una atracción indispensable para todos los que visitan la región. Y, si se acercan a conocer la villa de Santoña, todavía más. Una construcción que sigue siendo útil para la navegación y que se ha convertido en una auténtica obra de arte gracias al artista Okuda San Miguel.